«El campo mío y tuyo»

«El campo mío y tuyo»

Por Pablo Cortés Zapata – 6º P

Aquí, en la Tierra, los campos no cambian de color, excepto en las estaciones. En verano, se pinta la tierra de amarillo; en otoño, se vuelve marrón; en invierno, se torna blanca y, en primavera, cambia a verde.

Las liebres son animales, pero no hablan; tampoco, los gorriones ni lasa cabras. Las vacas dan leche, las ovejas lana y los pobres cerdos van a la matanza.

También tenemos vid y olivo. Con la vida se hace el vino y con el olivo el aceite, que no está tan rico como el vino.

Pero, en el país de los superhéroes no todo es así. Los campos son unos días verdes, otros negros, azules, amarillos…

Todavía no se sabe el motivo, pero lo que sí saben es que los cerdos dan lana, las liebres leche, las vacas aceite y las ovejas el vino. También la vid da carne y el olivo tenedores, cuchillos y cucharas. Allí, los animales hablan, las liebres dan nueces y los gorriones van a la matanza.

Cuando llueve, la tierra es de azúcar; cuando graniza, son caramelos; cuando nieva, es granizado de tierra. ¡Qué malo está! Cuando es aguanieve, es un líquido verde. Allí no les gusta cazar, sólo se divierten con amar.

Las gallinas no ponen huevos normalmente. Cuando lo hacen, son de chocolate con virutas de pluma, vainilla con limón… Es decir, un lío del montón. Los perros, en vez de ladrar maúllan y aúllan por las noches, y los gatos ladran y ladran hasta encontrar su cola.

Así es el campo en el planeta de los superhéroes. Es un lío, pero ellos ya lo entienden.

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