«La amistad»
Por Juan Notario Carrasco – 6º P
En mi casa, mi madre, siempre me decía lo importante que es en la vida tener buenos amigos. Me contaba cómo en los malos momentos que le ha tocado vivir, sus amigos han estado apoyándola.
La verdad es que a mi, esas historietas me aburrían un poco. No entendía el significado.
Yo, en el colegio, me llevaba bien con todos mis compañeros; jugábamos, compartíamos secretos y alguna que otra aventurilla.
Un día vino a clase un nuevo alumno. No hablábamos mucho con él, en los recreos. Tampoco jugaba con nosotros. Pero ninguno le daba importancia a su situación. Él siempre nos decía que quería ser nuestro amigo. Se sentía sólo, rechazado, pero nosotros no nos dábamos cuenta.
Un día me torcí el tobillo y me tuvieron que escayolar. Eso implicó que no podía jugar al baloncesto.
Cuando bajaba al patio me encontraba solo y él se acercó a mí. Empezamos a hablar y nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común.
En una ocasión, otro grupo de chicos lo llamaron para invitarle a jugar y él lo rechazó. Se quedó conmigo. No me dejó nunca solo; aguantaba mi mal humor por no poder jugar al baloncesto y siempre lo hacía con una sonrisa.
Descubrí la verdadera amistad, que es desinterés material y sólo afecto y cariño.
Es muy chula, Juan. Eso que dices pasa mucho, no solo en colegios, sino también fuera de ellos.
Es preciosa. Me encanta.
¡Me encanta, Juan! Esos casos pasan en muchos colegios. Los niños no se suelen relacionar con los alumnos nuevos que llegan de otros lugares.
A mí, me encanta que los nuevos alumnos, se relacionen con los demás alumnos.