«La casa encantada»
Por Raquel Dorado Lozano – 6º P
Nunca imaginé que eso me ocurriría a mí…
Era la noche de Halloween. Mis amigos y yo íbamos casa por casa. Nos lo estábamos pasando muy bien.
En esto llegamos a una «casa encantada», según lo que ponía el cartel delante de la puerta. Era espantosa. Estaba en la parte más oscura de la ciudad, al lado del cementerio Wall, donde habitaban los muertos, llena de telarañas y muy, muy vieja.
Al pasar junto a la casa notamos un escalofrío y vimos aparecer a nuestro lado una especie de espíritu. Salimos corriendo. Fatigados, llegamos al parque. Nos intentamos relajar, pero no pudimos. Nos pusimos a conversar. Mientras, por supuesto, comíamos gominolas. Yo estaba tremendamente asustada. ¿Qué podría haber sido eso?, me pregunté.
Nunca nos había pasado eso. ¡Ningún año! No entendíamos como sólo nos estaba pasando éste.
Al día siguiente, regresamos y vimos unas cuerdas al lado de la «casa encantada», y un trapo. ¿Qué podría ser eso?, nos preguntábamos. Lo observamos y… ¡BINGO!, grité. ¡Era una broma que habían preparado los vecinos!
¡Qué risas nos echamos! Ese día, después de lo ocurrido, fue el mejor.
Felicidades, Raquel. Tu narración me ha gustado mucho.
Que guay me guusta mucho
¡Qué guay! Me gusta mucho.
Que,pasada mola mucho
¡Qué pasada! ¡Mola mucho!
¡Que chula! Esta genial.
¡Qué chula! Está genial.