«Hablando por hablar»
Por Marta Jiménez Rubio – 6º P
Sara y Marcos eran unos cotillas de campeonato…
… Eran vecinos, y siempre se juntaban para hacer travesuras. Su mayor diversión era abrir los buzones de los demás vecinos y leer sus cartas.
Una tarde abrieron un buzón y leyeron una carta que decía: «Querido amigo: necesito ayuda; he robado la piedra más valiosa de la isla y ahora un policía me persigue. Ven a mi casa esta tarde para hablar sobre este tema».
Al leer esto, los dos amigos se quedaron boquiabiertos. Tenían que descubrir quién era aquel ladrón. El tiempo transcurría y los niños no sabían por dónde empezar a investigar.
Aquella misma tarde vieron al señor del 5º A caminando muy rápido; como si tuviera algo importante que hacer…
Los dos niños, muy interesados, corrieron hacia él y les hicieron preguntas como: ¿Dónde va usted tan rápido? o ¿Qué lleva ese maletín?
El señor les miró con cara rara y, muy decidido, siguió su camino. Marcos y Sara siguieron el Sr. Theodore hasta su casa… Los niños podían oír cómo dos amigos charlaban del asunto. También escucharon que iban a asesinar al policía y algunas cosas más que los lectores más sensibles… no deberían escuchar.
Marcos y Sara acudieron a la comisaría y le contaron los sucedido al guardia. Éste no les creyó y se rio, aunque dijo que investigaría el caso.
Días más tarde, el titular del periódico más importante de la isla decía: «DOS NIÑOS CONFUNDEN UNA PARTE DE UN LIBRO CON UN INTENTO DE ASESINATO».
Tras esta noticia, Marcos y Sara se quedaron asombrados y decieron pedir perdón al Sr. Theodore y a su amigo.
Moraleja: «No intentes impresionar a los demás hablando por hablar».
Es muy bonita, Marta. Felicidades.