«El cotilleo fue la solución»

«El cotilleo fue la solución»

Por Cristina Fraga Pérez – 6º P

Sara y Marcos eran unos cotillas de campeonato…

… Un día, volviendo del colegio, pasaron a la frutería del pueblo donde estaban Manuela y su marido Jorge. Les escucharon hablar sobre algo de su divorcio. Era muy raro, porque nunca se les había oído discutir.

Quisieron «meter las narices» en el asunto y, un día, al regresar de la escuela, volvieron a pasar por allí. Vieron a a Jorge pálido como la nieve y quieto como una estatua. Estaba sentado en un silla vieja, rota y llena de polvo. Se encontraba en estado de «shock».

Al verlo, entraron corriendo para ver si Manuela estaba allí. Pero nada, ni rastro de ella. Quisieron saber qué ocurría y dejaron pasar los días.

Una noche, Sara y Marcos iban a meterse en la cama y, al bajar la persiana, vieron a Jorge con las maletas en la mano. No pudieron esperar y fueron corriendo a casa de Manuela para ver qué había pasado.

Ella ya se había acostado.

Intentaron regresar a casa, pero como el pueblo estaba oscuro no lo consiguieron. Se sentaron en un frío bordillo. Los dientes les castañeaban y los ojos se les cerraban.

En el bordillo de al lado vieron a Jorge tumbado como un vagabundo. ¿Qué hacía allí? Le despertaron y él les explicó la historia. «Le habían despedido del trabajo y no tenían dinero para comer y, como Manuela no quería un hombre parado en casa, lo echó a la calle».

A Sara y a Marcos les dio pena y hablaron con Manuela para que le dejara volver a casa. Todo se solucionó y los niños pudieron regresar a la suya.

Aunque ser cotillas no es bueno, en este caso, solucionó un matrimonio.


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Publicado el 17/05/2012 en (N) Mayo 2012. Añade a favoritos el enlace permanente. 24 comentarios.

  1. Pablo Cortés

    Muy bien, Cris.

  2. Jaime Gómez

    ¡Me ha gustado mucho!

  3. Alejandro del Hierro

    Está muy bien. Felicidades, Cristina.

  4. Víctor Panadero

    Me ha gustado mucho tu composición, Cristina. Está muy bien redactada. Además, has sido muy original porque no a todo el mundo, o por lo menos a mí, se le hubiera ocurrido que el cotilleo pudiese llegar a ser bueno.

  5. Alba Gómez

    Aunque cotillear no es nada bueno… ¡Aquí si que fue la solución!
    Enhorabuena, Cristina. Me encanta tu composición.