«La lectura… fuente de sabiduría»

«La lectura… fuente de sabiduría»

Por Diego Morena González – 6º P

Óliver no quería aprender a leer. No terminaba de entender por qué muchos  niños disfrutaban tanto con la lectura…

… Pero tenía un amigo; uno que viajaba por la fantasía de los libros cada día. Era capaz de leerse libros enciclopédicos en un par de días y, casualidad o no, era el más listo de la clase. Medía sobre uno con cuarenta y cinco, tenía el pelo lacio y unas pocas pecas sobres sus sonrosadas mejillas, que tenían un rojo intenso. Su nombre era Juan.

Una tarde, tuvieron que quedar para realizar un trabajo de «Conocimiento».

En casa de Óliver se estaba realizando un gran trabajo. Juan dictaba y Óliver, escribía. Juan lo decía todo de cabeza y sin pensárselo dos veces. Óliver quedó maravillado de su vocabulario.

Le preguntó a Juan cómo sabía tantas curiosidades del mundo. Éste, respondió que, obviamente, leyendo.

Óliver lo comprendió todo. Después de terminar el trabajo, los dos leyeron el libro favorito de Juan, «Los tres mosqueteros» (adaptación).

Al final, Óliver, fue el segundo de la clase, después de su gran amigo.

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