«¡Te pedimos perdón!»

«¡Te pedimos perdón!»

Por Daniel González Moya – 5º P

Regal no podía oír nada. Era un niño normal en todo, pero había nacido sordo. Todos le trataban con mucho cariño, pero a la hora de la verdad, no lo tenían muy en cuenta para muchas cosas…»

… A él no le gustaba que no le tuvieran en cuenta y que solo le apreciasen porque tenía esa pequeña minusvalía que no le impedía hacer su vida con normalidad.

Un día, cuando se armó de suficiente valor, se comunicó con sus amigos mediante notas, pidiéndoles un por qué.

¿Por qué no le trataban totalmente con normalidad? Les contó también que él era un chico corriente al que la sordera no le impedía ser como ellos.

Después de leer la nota, se sintieron mal por Regal y fueron a pedirle perdón por cómo le habían tratado y éste les perdonó.

Con el paso del tiempo, los amigos de Regal le comprendieron y se llevaban muy bien con él, recordando siempre aquel error que cometieron.

Regal se alegró ha haber conseguido el valor suficiente para decírselo y de que ellos fueran, ahora, sus amigos.

Hoy en día, a Regal le gusta mucho el fútbol; juega en un equipo de segunda. Pero, sobre todo, es feliz con su clínica «otorrina» y con su mujer.

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