«El jilguero multicolor»
Por Marina Crespo Aguirre – 6º P
Había una vez un niño que cayó muy enfermo. Tenía que estar todo el día en la cama sin poder moverse. Como además, los niños no podían acercarse, sufría por ello y empezó a dejar pasar los días triste y decaído, mirando al cielo a través de la ventana.
Pasó algún tiempo, cada vez más desanimado, hasta que un día vio una extraña sombra en la ventana…»
… Como pasaba mucho tiempo sin hacer nada, leía mucho; Peter Pan era su favorito, con su acompañante, Campanilla, pequeña pero valiente, muy valiente.
Pero se llevó una sorpresa cuando comprobó que no era ella. Oyó un suave picoteo en el cristal de la ventana. Sorprendido, vio un pequeño jilguero multicolor seguido de una suave vocecita; era dulce y aterciopelada. Pensó que estaba soñando cuando vio que la voz venía del jilguero.
Con un ligero revoloteo entró en la habitación y se posó en el cabecero de su cama. La primera pregunta del niño fue cómo podía hablar. El jilguero le respondió que los animales podían hablar entre sí y no con los humanos, pero habían hecho una excepción con él para traerle un poquito de alegría.
Esta visita se repitió diariamente, todas las tardes. El chico esperaba con ansia la llegada de su nuevo amigo. Gracias a estas visitas recuperó las ganas de vivir y la ilusión de seguir adelante.
Cuando el niño estaba a punto de recuperarse, le preguntó al jilguero si su amistad continuaría cuando ya no estuviese enfermo. Con voz triste le contestó que no podría, pero que cuando saliese al parque, mirase al roble que había delante de su humilde hogar y allí le podría ver.
El niño se recuperó y, cuando creció, recordó la maravillosa amistad que tuvo con un jilguero multicolor.
Gracias, me halagáis.
Muy bonita. Está genial. Creo que no se puede hacer mejor. Además, como dice Ana, es muy imaginativa y yo también creo que llegarás a ser una escritora excepcional.
Lo mismo te digo, Marina. Es preciosa.
Tenéis razón. Es preciosa. A mí me encanta.