«¡Un caramelo… monstruoso!»
Por Ana Arriaga Prieto – 5º P
Hace mucho tiempo, la mayoría de los monstruos eran seres simpáticos, golosos, tontorrones y peludos que vivían felizmente en su monstruoso mundo. Hablaban y jugaban con los niños y les contaban cuentos por las noches. Pero, un día, algunos monstruos tuvieron una gran discusión por un caramelo…
… este caramelo era muy especial para ellos, porque hacía que fuesen más grandes, fuertes y robustos.
La discusión seguía y seguía, y algunos estaban muy enfadados. A uno de ellos se le ocurrió una brillante idea: dejar que fuese un niño, el que eligiesen, quien dijera qué monstruo sería el afortunado.
Se lo pidieron al pequeño Nicolás. Éste les dijo a los monstruos que le dejasen el caramelo y un día para pensarlo.
A la noche siguiente, en la hora del cuento, Nicolás les dijo: «El afortunado que se comerá el caramelo seré… yo». Y en ese momento se lo comió.
Los monstruos, al principio, se enfadaron un poco, pero luego comprendieron que gracias a esa solución no se pelearían más.
Los monstruos se pusieron muy felices, y felicitaron al pequeño Nicolás.
Muy bien, Ana.
Muchas gracias a todos por vuestras frases de ánimo. Me ponen muy feliz.