«Solo un sueño»

 

 «Solo un sueño»    

Por Alba Gómez Díaz – 6º P

Cuando oyó el ruido, cerró la puerta con llave y acercó una silla. Había llegado por la tarde y ya le habían advertido de que en la casa sucedían cosas extrañas. Ella no lo creyó, pero cuando la trampilla de la buhardilla se abrió de golpe, el miedo la paralizó. Sintió que se le doblaban las rodillas. Corrió hacia la puerta, abrió el pestillo y…

… continuó corriendo a lo largo de la calle sin que nada la detuviera. Él se sintió solo en aquel instante, pues ella se había marchado. Comenzó a oír voces que le sugerían que saliera al patio. Pensó que superar sus miedos era lo mejor, y realizó la orden sugerida.

La niebla bajaba cada vez más y el frío comenzaba a hacerse más intenso. Esperó durante varios minutos, de pie, apoyado en el muro, sin apenas poder respirar del miedo que tenía. Pudo escuchar el caminar de alguien que buscaba algo. Desconcertado, miró a su alrededor sin comprender demasiado bien lo sucedido. Notó que alguien rozaba su espalda con una caricia. Hizo un movimiento brusco y era él. Sí, era él, su mejor amigo de la escuela, que dijo con voz muy rara: «Fran, despierta, es la hora».

Todo había sido un sueño.

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