«Un ogro… ¡real!»
Por Paula Morales Serrano – 6º P
El ogro era más alto que un árbol y sus pisadas hacían temblar la tierra. Podía derribar árboles con un soplido. Tenía unos ojos amarillos y crueles tan grandes como dos tazones de arroz. Sus dientes eran tan largos y afilados como puñales. Pero lo más terrible de todo eran sus pesadas botas. Con un solo paso, fácilmente podía aplastar una casa entera…
… Iba siempre vestido con harapos sucios, viejos y malolientes. Era un ogro físicamente duro; aunque por dentro, era un trozo de pan.
Tenía una mujer «rechonchota» y desagradable; sin embargo, la quería.
Su único sueño era convertirse en un rey poderoso. Pero sus esperanzas se convertían en pompas de jabón que, lentamente, se desvanecían.
Cierto día, merodeando por los prados del castillo, no pudo evitar escuchar una conversación que le hizo muy feliz. Se necesitaba un nuevo heredero pues, el actual, padecía una grave enfermedad.
Si acudía rápidamente, podría presentarse a las elecciones del nuevo rey.
Pasaron muchos meses y con el gobierno del ogro «apestoso» no reconocían al pueblo… ¡Había cambiado!
No me había fijado en que el ogro de la imagen es… ¡»Shrek»!
¡Está fantástica! ¡Me ha encantado!
Sigue haciendo las redacciones así de bien.
Paula, tú narración está genial. Muchas felicidades. Me ha encantado.
¡Estoy de acuerdo con todas mis compañeras! Es una magnífica narración y, espero que hagas muchas más y nos las leas en clase.