«Una broma cara»

«Una broma cara»

Por Marina Crespo Aguirre – 6º P

    El gato grande, negro y gordo tomaba el sol en el balcón, ronroneando y meditando acerca de lo bien que se estaba allí, recibiendo los cálidos rayos panza arriba, con las cuatro patas estiradas y el rabo enroscado. En ese momento, escuchó el zumbido provocado por un objeto volador que no supo identificar y que se acercaba a gran velocidad. Dio un salto, se puso a cuatro patas y…

… era un objeto de plástico, amarillo y brillante. Era grande y muy bonito, con un gran aspa que daba vueltas. A lo lejos se escuchaba a un niño gritando y dando risotadas malvadas. Se le veía muy satisfecho de estar asustando al pobre gatito. Minchi, que así se llamaba el gato, estaba muy asustado y, a la vez, enfadado. 

     Cuando le iba a pillar la cola, dio un gran salto y lanzó un buen zarpazo y un pequeño helicóptero cayó con un gran estruendo al estanque. Minchi, con gran satisfacción, oyó el chillido de rabia de aquel estúpido y caprichoso niño. Había perdido su juguete favorito.

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